Los Bancos de Alimentos son organizaciones benéficas sin ánimo de lucro cuya finalidad es la donación, recogida y distribución gratuita de alimentos. Los alimentos recogidos a través de donaciones de empresas y particulares son distribuidos entre entidades benéficas legalmente reconocidas, dedicadas al apoyo y cuidado directo de personas necesitadas: familias, ancianos, discapacitados, inmigrantes, niños pobres, enfermos de Sida, drogadictos en recuperación y personas en riesgo de exclusión.
Me llamo Vicente López-Alemany y soy Director general del Banco de Alimentos de Madrid, donde empecé a trabajar hace más de seis años gracias al espíritu de servicio que aprendí de las enseñanzas de San Josemaría; y a los buenos oficios de un amigo y profesor de la Escuela Naval Militar de Marín, que fue el primero que me habló de los Bancos de Alimentos.
Estoy muy contento de la labor que se realiza en el Banco de Alimentos. Es una labor que se ajusta a los conocimientos profesionales de logística y economía que he adquirido por mi ejercicio profesional.
Con este trabajo tengo la posibilidad de llegar a muchas personas que lo necesitan hoy día en la Comunidad de Madrid.
En España hay unos 52 Bancos de Alimentos, aproximadamente uno por provincia. En Madrid somos alrededor de 200 voluntarios los que atendemos la labor en este banco. Durante el año 2011 hemos repartido casi once millones de kilogramos a más de 400 entidades benéficas.
Nuestro objetivo para el año 2012 es llegar a 100 millones de kilogramos a contar desde que se fundó el Banco. Esto ocurrió en 1994 por un grupo de personas muy animosas que han logrado que el Banco de Alimentos, a través de diversas instituciones, suministre comida a unas 70.000 personas en la Comunidad de Madrid.
El Banco de Alimentos necesita fundamentalmente productos básicos. Estamos metidos en una fase de gran crecimiento en la que nos llega a desbordar la actividad. Estamos creciendo en la obtención de todo tipo de alimentos y llegando a más entidades pero la crisis actual es muy superior a todo lo que podamos hacer.
El Banco de Alimentos ayuda pero no soluciona los problemas. Podemos estimar que nuestra ayuda puede contribuir a un 20% de las necesidades que tienen las entidades benéficas para dar de comer a todas las personas que se acercan a ellas.