Dora del Hoyo, una profesional del hogar

Dora del Hoyo Alonso nació el 11 de enero de 1914 en Boca de Huérgano, un pueblo del norte de España. De su familia, Dora aprendió el amor por el trabajo bien hecho y el gusto por las tareas de la casa.

Dora del Hoyo Alonso nació el 11 de enero de 1914 en Boca de Huérgano, un pueblo del norte de España. Era la quinta de seis hermanos. Sus padres eran agricultores y en su casa se vivía una honda fe cristiana. De su familia, Dora aprendió el amor por el trabajo bien hecho y el gusto por las tareas de la casa.

A los 26 años se trasladó a Madrid, donde se puso en contacto con las religiosas del Servicio Doméstico que la recomendaron a varias familias como empleada del hogar. Rápidamente destacó por su inteligencia, su habilidad manual, su gran capacidad de trabajo e interés por aprender. En 1945, fue contratada en la residencia de estudiantes La Moncloa, recientemente puesta en marcha por san Josemaría Escrivá.

El fundador del Opus Dei encontró en Dora una ayuda inestimable para cuidar el orden y facilitar al ambiente de familia que deseaba que hubiera entre los más de cien estudiantes que vivían en La Moncloa. La experiencia adquirida por Dora durante sus primeros años en Madrid aportó muchas mejoras en la atención de los servicios de planchado, tintorería, limpieza y cocina, y en consecuencia, el ambiente ganó en serenidad y alegría. También para Dora este encuentro resultó decisivo, descubrió una nueva dimensión de su vocación cristiana: comprendió que podía ofrecer a Dios su trabajo bien hecho, que era un medio para hacerse santa y contribuir a la santificación de los demás.

En 1946 Dora fue a colaborar en la puesta en marcha de una nueva residencia en Bilbao. En esa ciudad, el 14 de marzo de 1946, pidió la admisión en el Opus Dei para, a través de su trabajo, difundir en todos los ambientes la llamada universal a la santidad, que predicaba san Josemaría.

Meses más tarde, el 27 de diciembre del mismo año, San Josemaría le propuso trasladarse a Roma para atender –con otras mujeres- el primer centro del Opus Dei en Roma. Desde entonces y hasta la fecha de su muerte, Dora, con su trabajo y su fidelidad, fue un apoyo para el fundador del Opus Dei. Trabajó con abnegación e iniciativa en la puesta en marcha de la sede central del Opus Dei. Después, desde 1974 en el Colegio Romano de la Santa Cruz, adonde acuden universitarios de todo el mundo para incrementar su formación filosófica y teológica. Además, por su ejemplo y su buen hacer, mucha gente joven aprendió de su espíritu de santificación en el trabajo ordinario, de su sentido de responsabilidad, de su afán transmitir mundo la alegría de saberse hijos de Dios.

Falleció el 10 de enero de 2004. Sus restos mortales reposan en Santa María de la Paz, Iglesia prelaticia del Opus Dei, en el mismo lugar donde se encuentran y veneran los restos del fundador, san Josemaría Escrivá de Balaguer, y de su primer sucesor, monseñor Álvaro del Portillo, reflejando así lo que Dora ha supuesto en el servicio que la Iglesia ha encomendado al Opus Dei.

Desde entonces miles de fieles de la Prelatura y otras personas han manifestado de manera espontánea la influencia de Dora en sus vidas. En el testimonio de quienes le conocieron se advierte su intensa vida de piedad, su fortaleza, su caridad con todas las personas y el amor a Dios que le movía a trabajar con alegría. También constan por escrito numerosos favores que se atribuyen a su intercesión.

El 18 de junio de 2012 monseñor Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei inició en Roma el proceso de canonización de Dora del Hoyo. Durante la ceremonia, el Prelado ha declaró: "Estoy cada vez más convencido del papel fundamental que esta mujer ha tenido y tendrá en la vida de la Iglesia y de la sociedad. El Señor llamó a Dora del Hoyo a ocuparse de tareas similares a las desarrolladas por la Virgen María en la casa de Nazaret".

"El ejemplo cristiano de esta mujer –ha continuado–, con su fidelidad a la vida cristiana, contribuirá a mantener vivo el ideal del espíritu de servicio y a difundir en nuestra sociedad la importancia de la familia, auténtica Iglesia doméstica, que ella supo encarnar con su trabajo diario, generoso y alegre".

La ceremonia de conclusión de la fase instructora de la causa de canonización de Dora del Hoyo tuvo lugar el 24 de octubre de 2016, presidida por el Prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, quien destacó en su intervención "la serenidad, la paz que infundía su presencia, que ayudaba a ser fiel en el camino de seguimiento al Señor".

Estudio científico sobre la vida de Dora en "Studia et Documenta".