Boda, casa y tantas otras cosas

He tardado un año en animarme a escribir los favores que Dora me consigue continuamente desde septiembre de 2015, por considerar que no son de tanta importancia. Pero finalmente, hoy me he decidido a hacerlo, pues ya llevo unos cuantos acumulados y ¡tengo que dar las gracias por tantos mimos de Dora!

Gracias a Dora en mi boda, en febrero en Madrid, pasamos calor y todo salió perfecto, sin complicaciones de ningún tipo.

Quizás es normal que cada novia piense esto de su día pero fue realmente sorprendente lo bien que estaba todo. Dora me ha conseguido también una casa estupenda para alquilar por un precio increíblemente bueno.

Queríamos una casa prácticamente nueva, luminosa, en una zona conocida por tener los altos precios de los inmuebles... nuestros amigos nos decían que era imposible -y tenían razón-, pero la encontramos y además: ¡a la primera! (sólo vimos una y esa era la que Dora nos había preparado, la cocina tiene electrodomésticos de muy buenas marcas que el anterior propietario no había estrenado aún). Actualmente, sigue sin haber alquileres similares por ese precio en toda la zona.

Mi madre se quedó sin ayuda en casa y Dora nos mandó a una chica, gran trabajadora, que ahora también trabaja en mi casa un par de tardes a la semana.

La casa que Dora nos había conseguido nos dio una nueva alegría. Al haberla alquilado en una fecha determinada conseguimos unas ventajas fiscales bastante beneficiosas, que no esperábamos.

Finalmente, en el día de hoy hemos conseguido, después de rezar ayer una estampa a Dora, una rebaja considerable para adquirir un coche.

Los detalles de Dora no terminan aquí, suele ayudarme mucho a evitar una pelea o un enfado, también me ayuda a que me dé tiempo a llegar a los sitios, a encontrar un mueble perfecto para un hueco concreto que no sabía cómo llenar (siempre a buen precio, por supuesto) y mil cositas más.

Acudir a la intercesión de Dora se ha convertido en una apuesta segura. Es una gran ayuda para mí pues soy bastante “preocupona”. Aunque desde que cuento con sus favores para las cuestiones del día a día: trámites administrativos, pagos, facturas, dar una cena para bastante gente... he dejado de agobiarme. Quizás esa mayor tranquilidad que tengo también sea un regalito de Dora.

Os recomiendo a todos que hagáis como yo y pongáis en sus manos vuestras preocupaciones. ¡Os llevaréis muchas alegrías!

T. D. (España)