"Dios hace la página web de cada uno"

Don Arturo tiene 69 años y es párroco de San Pedro y San Pablo, en Coslada, una de las poblaciones más importantes del cinturón industrial madrileño.

Como si tuviera prisa por detenerse en el presente y el futuro de la parroquia en la que pronto cumplirá 16 años de servicio, este madrileño nacido en San Fernando (Cádiz) resume con rapidez que procede de una familia numerosa, que es hijo de Marino, que estudió el bachillerato en el CHA y que un buen sacerdote le aconsejó ir al Seminario, que se ordenó sacerdote y desde entonces ha estado "en Miraflores de la Sierra, Robledillo de la Jara, Berzosa de la Sierra, la presa de Atazar -con 2.500 obreros que atender-, Parla, Algete... y ahora Coslada. De aquí para allá o sin moverte de acá: Dios hace la página web de cada uno."

Su parroquia ha crecido mucho en los últimos años, "tenemos Metro, M-40, tren de cercanías y unos precios en las viviendas casi como los de Madrid", y también el trabajo de los sacerdotes: "te puedes imaginar que no sólo tenemos que atender las seis Misas dominicales -una de ellas el sábado por la tarde-: este año hemos tenido unos 120 bautizos y unas 160 primeras comuniones, con sus respectivas catequesis -un resultado formidable por cierto el de la catequesis para adultos-, y adoración nocturna, y ropa los jueves, y alimentos mensualmente para más de 500 familias... y hay quehacer en el Instituto, en el tanatorio, en el hospital y hasta en la prisión de Alcalá-Meco".

Los datos son tantos que dejamos la libreta y sacamos la cámara:

Yo pertenezco a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, donde me enseñaron que la voluntad de Dios es lo primero y aquí estoy encantado. Va a hacer dieciséis años que llevo aquí destinado, y si Dios quiere el 26 de septiembre hará esos dieciséis años. 

Y la vedad es que uno se encuentra la mar de a gusto entre tanta gente buena como hay y yo además diría que los sacerdotes que pertenecemos a este arciprestazgo estamos tremendamente unidos, tenemos muchas cosas en común, por ejemplo los cursillos prematrimoniales, los damos en distintas parroquias pero vale para todo el arciprestazgo como es lógico. Tenemos la vigilia de la Inmaculada que ya es una tradición importante, tenemos también otras cosas para jóvenes, a través del Apostolado que hacen los chavales de la Delegación de Juventud de la propia diócesis.

Estamos en un sitio que es muy obrero. Yo abro la parroquia normalmente a las siete y cuarto de la mañana y raro es el día que no entra gente a rezar, a hacer un ratito de oración, a echar una limosnilla o a confesar incluso sabiendo que hay un sacerdote que ahí está.

Como veis el título de la parroquia en que nos encontramos es San Pedro y San Pablo. En el arciprestazgo nuestro hay tres parroquias que tienen a San Pablo como titular. Una es la nuestra, San Pedro y San Pablo, otra está un barrio un poquito más abajo que es Ciudad Setenta: San Pablo apóstol de las gentes y otra está en San Fernando de Henares: Santos Juan y Pablo.

Pues bien, don Jesús, nuestro obispo anterior, concedió en que en estas tres parroquias se pudiera alcanzar ese jubileo, esa indulgencia plenaria todos los días, lo cual yo creo que hay que explicarlo para que la gente lucre esas maravillas de lo que es la indulgencia plenaria.

San Pablo siempre será un personaje... y yo diría que en estos tiempos que corren es un verdadero ejemplo para nosotros los sacerdotes y para cualquier cristiano que vaya por la calle, valiente, leal, sincero y enamorado de ese amor de Jesucristo."