El vaticanista John Allen destaca la gestión informativa de monseñor Javier Echevarría y esboza el reto de su sucesor

El vaticanista John Allen ha subrayado el significado de la tarea del prelado del Opus Dei monseñor Javier Echevarría, fallecido el pasado 12 de diciembre, sobre todo, en lo relativo a la gestión informativa, y esboza el reto que corresponderá al sucesor en un análisis que publica la revista Palabra en su número de enero.

Mons. Javier Echevarría

Europa Press El vaticanista John Allen destaca la gestión informativa de monseñor Javier Echevarría y esboza el reto de su sucesor

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En el artículo, adelantado por Europa Press, Allen asegura que "bajo la dirección de Echevarría, el Opus Dei ha pasado de tener lo que muchos consideraban como la gestión informativa más disfuncional de la Iglesia católica --rehusando por principio incluso responder a preguntas legítimas, y por tanto alimentando imágenes negativas-- a la que ahora se valora como la mejor de Roma".

Según precisa, en 2016, "la mayoría de los obispos y otros dignatarios" de la Iglesia miran al Opus Dei "como mirarían a Caritas o a la orden de los salesianos, es decir, simplemente como una pieza más en el mobiliario de la sala de estar católica".

Según Allen, tras la muerte de monseñor Echevarría, el Opus Dei afronta una transición generacional pero desde "una base de fortaleza, en parte gracias a las dos décadas en que Echevarría" ha sido su prelado.

Echevarría asumió la tarea de prelado del Opus Dei en abril de 1994, tras la muerte de Álvaro del Portillo y, seguramente será, según el vaticanista, "el último confidente personal" de san Josemaría Escrivá de Balaguer, que fundó el Opus Dei en España en 1928.

Asimismo, el periodista destaca la "entrega" de monseñor Echevarría. "Los amigos dicen que pasaba más tiempo del que nadie podrá computar rezando por los miembros del Opus Dei en todo el mundo que habían perdido a sus personas queridas, que estaban enfermos, que habían perdido el trabajo o que sufrían de otro modo", subraya.

Por ello, concluye que quien suceda a Echevarría a la cabeza del Opus Dei se enfrentará a "un reto difícil" pero al mismo tiempo "heredará una organización preparada para durar mucho tiempo".