Obras son amores

"La fundación del Opus Dei". Libro escrito por John F. Coverdale, en el que narra la historia del Opus Dei hasta 1943.

Este camino de infancia espiritual fue el detonante de otra gracia extraordinaria en el alma de Escrivá: tenía la costumbre de decir, mientras distribuía la comunión a las monjas de Santa Isabel, “Jesús, no sé lo que te querrán éstas, pero yo te quiero más que todas juntas” [1] . El 16 de febrero de1932 recibió una escalofriante respuesta a esta declaración que escribió en sus notas personales de la siguiente manera: “Y hoy, después de dar la Sagrada Comunión a las monjas, antes de la Santa Misa, le dije a Jesús lo que tantas y tantas veces le digo de día y de noche: [...] ‘te amo más que éstas’. Inmediatamente, entendí sin palabras: ‘obras son amores y no buenas razones’. Al momento vi con claridad lo poco generoso que soy, viniendo a mi memoria muchos detalles, insospechados, a los que no daba importancia, que me hicieron comprender con mucho relieve esa falta de generosidad mía. ¡Oh, Jesús! Ayúdame, para que tu borrico sea ampliamente generoso. ¡Obras, obras!” [2] .

Como resultado de estas y otras gracias Escrivá se veía “inundado, borracho de gracia de Dios. ¡Qué gran pecado, si no correspondo! Hay momentos —hoy mismo— en que me vienen ganas de gritar: ¡Basta, Señor, basta!” [3] .

* * *

Las gracias que Escrivá recibió durante el verano y el otoño de 1931 afectaban principalmente a su propia vida interior. Pero no se quedaban ahí. No las había recibido simplemente para enriquecer su vida de unión con Dios, sino para encarnar el espíritu que debía transmitir a los miembros del Opus Dei. Aunque, por el momento, la generosidad de Dios no se manifestó en la llegada de nuevos miembros a la Obra ni en la mejora de la situación de Escrivá: seguía siendo un sacerdote pobre en continuo peligro de ser expulsado de la diócesis de Madrid.

[1] Ibid. p. 417

[2] Ibid. p. 417

[3] Ibid. p. 418