¿Qué significa para usted ser católico en la vida ordinaria?

Esta pregunta fué planteada a siete personajes del mundo católico holandés y recogido en el libro "Onderstroom: wij zijn de tijden". Ésta fue la respuesta de Micha Hollestelle, consultor de Paz y Desarrollo en Johanesburgo.

Micha Hollestelle es licenciado en Ciencias Sociales y máster en Ayuda al Desarrollo. Actualmente trabaja en Johannesburg como consultor de paz y desarrollo. Interrogado sobre qué signficaba para el ser católico en la vida ordinaria, explica cómo encontró en la doctrina social de la Iglesia Católica inspiración para su trabajo. 

Después de citar la encíclica Pacem in Terris de Juan XXIII y a Juan Pablo II, y hacer referencia a la misión del laico según el Vaticano II señala: “Es sorprendente que el Opus Dei una prelatura, desde el principio se anticipase a la teología del laicado" [1].

“El eslabón perdido entre ser católico y comportarse como católico es un pensamiento central de la conocida prelatura del Opus Dei. El Opus Dei (Obra de Dios) fue fundado en 1928, más de 35 años antes del Concilio Vaticano II con "el único fin de que hombres y mujeres de todas las razas y clases sociales en medio de las realidades y circunstancias normales amen y sirvan a Dios y a los demás en y a través de su trabajo”[2].

“La misión del Opus Dei –continúa- es difundir el mensaje de que en el trabajo y en las circunstancias normales de la vida se puede encontrar a Dios, servir al prójimo y mejorar la sociedad. Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, era claro en su opinión de que un católico no puede vivir una doble vida. Lo interior debe ser manifestado en la vida familiar, profesional y en la sociedad" [3].

Leí en una entrevista: "Antes de ser del Opus Dei trabajaba en la lavandería de mi padre. Cuando recibía una blusa con manchas pequeñas las dejaba como estaban .... pero ahora no hago el trabajo sólo para mi cliente, lo estoy haciendo por Dios..."

“Este modo de pensar no sólo envía al católico al mundo con una misión, sino que al realizarla le capacita para acercarse cada vez más a Dios, para ser más santo. En el pensamiento de Escrivá la santidad ocupa un lugar central, o mejor dicho, la lucha por alcanzarla. Pero esto es más sencillo de decir que de hacer. No es ni más ni menos que vivir, trabajar y actuar como Cristo lo hizo, ser un apóstol de verdad [4]. Para Escrivá el apostolado del laico no es sólo un deber, sino es algo que vale la pena, es una alabanza a Dios. Más todavía, así ve la evangelización. Trabajando con gente en el espíritu de Cristo, al poner en práctica Su palabra en la realidad de cada día, ayudamos a otros a acercarse a Dios. Sólo cuando tú vives bien según el Evangelio, verán los demás las obras del Señor: ver el bien, arrastra a hacer el bien”.

“Lo que a mí me atrae especialmente, en lo que realmente creo, es en la relación del trabajo profano con la santidad. Una buena explicación de lo que santificarse implica para el trabajo cotidiano se lee en una reciente entrevista con una persona del Opus Dei: "Antes de ser del Opus Dei trabajaba en la lavandería de mi padre. En esa época cuando recibía una blusa con manchas pequeñas no les daba importancia y las dejaba como estaban .... pero ahora no hago el trabajo sólo para mi cliente, lo estoy haciendo por Dios, y ahora que veo las cosas con ojos de eternidad, veo que todo tiene importancia"[5].

          

“Esto es la puesta en práctica de nuestro deber de ser testigos de la verdad cumpliendo nuestras obligaciones respecto a los demás. A la vez este modo de actuar es reconocer las famosas palabras que el Hijo del Hombre pronunciará el día del Juicio Final: " En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos mas pequeños, a mí me lo hicisteis"[6].

Del libro: Onderstroom; wij zijn de tijden editado por Katholiek Netwerk y KRO [1] Juan Pablo II, 1979, en: https://escrivaworks.nl//doc/het_opus_dei

[2] https://nl.wikipedia.org/wiki/Opus_Dei

[3] www.opusde.nl/art.php=12030

[4] Josemaría Escrivá, Forja

[5] John Allen. Jr. Opus Dei: The First Objective Look behind the Myths and Reality of the Most controversial Force in the Catholic Church, Doubleday Religion, New York2005.

[6] Mt 25, 40.