"En Ucrania son los cristianos los que luchan contra los cristianos, y eso resulta aún más doloroso"

El 12 de mayo la Iglesia celebró por primera vez la memoria del beato Álvaro del Portillo. El arzobispo latino de Kiev, dentro de un breve viaje acompañado por el vicario regional del Opus Dei en Rusia, participó en la Misa celebrada en parroquia de San Ildefonso, en Granada, confiada a la prelatura del Opus Dei.

En la entrevista que el Ideal de Granada realizó a Mons. Petro Malchuk, el arzobispo de Kiev, recordó que "son momentos duros para los cristianos de muchos países: Siria, Irak, Nigeria, etc. Todos los días se abren los telediarios con noticias de atrocidades que se cometen contra los cristianos de esos países en nombre de la religión. Nada malo debe brotar del corazón de un hombre religioso y cuando brota no es fruto de su religiosidad, sino de su maldad. En la mayor parte de los sitios los cristianos sufren persecución por musulmanes, hindúes, etc. Pero en Ucrania son los cristianos los que luchan contra los cristianos, y eso resulta aún más doloroso".

Por eso -continuó el arzobispo latino de Kiev- "en un momento tan crítico como el que está atravesando mi país, he venido a pedir oraciones en todos los rincones. Confío en la oración de la Iglesia de Andalucía para que la paz retorne pronto a nuestro país, y que pronto veamos que mejora la convivencia entre los pueblos y que el odio y el rencor se disipen como la niebla".

En Ucrania son los cristianos los que luchan contra los cristianos, y eso resulta aún más doloroso

En marzo de 2014, la Conferencia de los Obispos Ucranianos de Rito Latino, reunida en Járkov, hizo un acto de consagración de su país al Corazón Inmaculado de María, ante el grave escándalo de la guerra civil que está padeciendo. Mons. Malchuk deposita muchas esperanzas: "En el caso de la Consagración al Corazón Inmaculado de María, todos recordamos cuando san Juan Pablo II la realizó ante la Virgen de Fátima poco después del atentado, y poco después de un modo misterioso se derrumbó en el este de Europa un imperio construido sobre la mentira y el sufrimiento de su gente. Yo espero y deseo la paz de mi pueblo y tengo la obligación de buscarla con todos los medios a mi alcance", aseguró al periódico granadino.

Lo necesario para cambiar un país como Ucrania, o una sociedad como la de Granada, son los santos

Mons. Petro Malchuk, acompañado por su secretario, el sacerdote Mateus Zadamski, que actuaba de traductor, y por D. José Antonio Senovilla, Vicario del Opus Dei en Rusia, que ha vivido muchos años en Granada, llegó a mediodía al Colegio Mayor Albayzín, procedente de Jaén, donde tuvo un encuentro con profesores y estudiantes universitarios. Se dio la circunstancia de que Malchuk, natural de Moldavia, fue recibido por Danu Bobeica, un compatriota residente en el colegio mayor.

Respondiendo a las preguntas de los universitarios, Mons. Malchuk manifestó que en Ucrania se nota la herencia de setenta años de materialismo marxista, algunos tienen miedo a la libertad y añoran un Estado que ofrezca trabajo, comida y seguridad, donde no haya que luchar por labrarse un futuro con el riesgo de la libertad.

Mons. Petro Malchuk en el Colegio Mayor Albayzín

El materialismo hedonista occidental –señaló Malchuk– mata a Dios en silencio (los totalitarismos del siglo pasado eran más directos), a través de placeres materiales donde se pone el corazón como si fuese lo verdaderamente importante.

Deseo estar presente en la celebración con motivo de la fiesta del Beato Álvaro. Me une una gran simpatía a la figura de este beato que ha sabido llevar el mensaje del Opus Dei a los países del este de Europa

Hay una sed de Dios –explicó el arzobispo de Kiev–, de buscar la Ley natural, entre la juventud de Ucrania. Hace falta gente que busque a Dios a través de un trabajo honesto como promueve el Opus Dei; por eso es tan necesario en Ucrania, porque une el deseo de encontrar a Dios con el trabajo humanamente bien realizado. Por su parte, Ucrania puede aportar a la juventud occidental un ejemplo de sobriedad de vida. Allí muchos jóvenes se lanzan a la búsqueda de Dios después de años de un poder político que negaba a Dios.

Una petición por los cristianos perseguidos

Poco después, en la primera Misa del beato Álvaro del Portillo, los presentes renovaron la consagración de Ucrania al Corazón Inmaculado de María, pidiendo, al mismo tiempo, por los cristianos perseguidos de todo el mundo y la paz para todos los pueblos.

"Rezo también para que pronto pueda haber un Centro de la Obra en Kiev"

“De igual modo deseo estar presente en la celebración con motivo de la fiesta del Beato Álvaro. Me une una gran simpatía a la figura de este beato que ha sabido llevar el mensaje del Opus Dei a los países del este de Europa, y en la línea de todo lo que venimos hablando, el papel de los laicos es fundamental. Simultáneamente, deseo agradecer al Vicario del Opus Dei en Moscú su desvelo por los fieles de mi diócesis en unos momentos verdaderamente difíciles. Rezo también para que pronto pueda haber un Centro de la Obra en Kiev", concluyó en la entrevista que concedió al Ideal de Granada.

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Extractos de la consagración de Ucrania al Corazón Inmaculado de María. Conferencia de los Obispos Ucranianos de Rito Latino, Járkov, 20 de marzo de 2014:

Unimos nuestros corazones a toda la Iglesia Santa, Cuerpo Místico de Tu Divino Hijo, que sufre por la guerra, por el odio, por la injusticia. Unimos también nuestros corazones con los de aquéllos que sufren porque no conocen el amor de Dios. Sobre todo, nos unimos de corazón al pueblo de Dios que ha sido confiado a nuestro cuidado en la tierra de Ucrania y con todos los que aquí viven. Que el dolor de tanta gente conmueva tu Corazón.*

De la misma manera que la Iglesia y toda la humanidad han sido consagradas al Corazón de Tu Hijo, depositando así en El su esperanza y encontrando en El la fuente de la victoria y de la salvación, así también nosotros nos consagramos para siempre a Ti, a Tu Corazón Inmaculado. Oh Madre y Reina nuestra: que Tu amor y Tu cuidado lleven al triunfo del Reino de Dios y que nuestra querida Ucrania y todos los pueblos, reconciliados entre sí y con Dios, Te honren y Te den la gloria que mereces*