Un libro habla del hogar en el que creció san Josemaría

Se ha presentado en Barbastro el libro ‘Una familia del Somontano’, centrado en la infancia y adolescencia de san Josemaría Escrivá, la época menos conocida del santo barbastrense por la escasez de documentos que se conservan.

Los padres de san Josemaría.

“El deseo de santidad –dice Juan Pablo II en su libro ‘¡Levantaos, vamos!’- se desarrolla mucho mejor cuando encuentra a su alrededor el clima favorable de una buena familia. ¡Qué importante es el ambiente familiar!”. Sobre la familia en la que vivió un niño que luego sería santo, han investigado Gloria, Esther y Lourdes Toranzo y el resultado es un libro titulado ‘Una familia del Somontano’.

Según Gloria, el Fundador del Opus Dei siempre mantuvo a lo largo de su vida un marcado carácter aragonés “ya que sentía un sincero cariño hacia su patria chica, Barbastro, a la que tanto debía. Incluso hablando con él era usual escucharle cosas de su tierra; el pan recién hecho en el horno de leña o un buen plato de borrajas; hablaba con entusiasmo de los paseos por El Coso o hasta las presas del Vero, y de las visitas a la Virgen de la Cama en la catedral de su ciudad. Tuvo también todas las características del temperamento aragonés: claridad, nobleza, empeño y perseverancia ante las dificultades -que a veces se confunde con la tozudez- y un gran corazón”.

Según la escritora, el estudio surgió por iniciativa de Mons. Álvaro del Portillo, primer prelado y sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei. “Tenía una gran ilusión por dar a conocer el ejemplo de vida cristiana que san Josemaría recibió en su hogar”. El trabajo de las tres hermanas recoge información prácticamente inédita, “estudiamos los escenarios en los que transcurrió la vida de la familia formada por José Escrivá y Dolores Albás –sus padres- y sus seis hijos: Barbastro, en primer término, y también Logroño, Zaragoza y Madrid. La documentación procede de archivos, publicaciones periódicas, entrevistas personales, fotografías, registros parroquiales y testimonios orales, confrontados entre sí. Ha sido una investigación pormenorizada, en los que hemos invertido varios años”.

Un hogar cristiano

Para la coautora del libro, a pesar de que el santo barbastrense vivió sólo trece años en la ciudad del Vero, siempre estuvo vinculado a ésta y hacia lo aragonés, “sentimiento que se manifestaba en obras como la correspondencia mantenida durante años con amigos, autoridades civiles y eclesiásticas de Barbastro, y realizó las gestiones que estaban en su mano en beneficio de Barbastro. De hecho, en mayo de 1975 el Ayuntamiento, siendo alcalde Manuel Gómez Padrós, le impuso la Medalla de Oro de la Ciudad.

Gran parte del libro se centra en los padres y seis hermanos del santo barbastrense. “Pienso que la fe profunda que le acompañó durante toda su vida la recibió de los dos. De su madre también heredó el buen gusto y el aprecio por la hospitalidad y el ambiente familiar, que después –con la ayuda de su hermana Carmen, como se comprueba en el libro- se trasladó a los centros del Opus Dei. De su padre adoptó su interés por la cultura, su afición a la lectura y el sentido de la amistad, porque, además de tener muchos amigos, José Escrivá fue un padre y un gran amigo para su hijo Josemaría. Aquella casa de la Plaza del Mercado era un lugar abierto donde se conversaba y se aprendía a dialogar, un hogar cristiano.”

Carmen Escrivá

Para Toranzo, lo más novedoso del texto es la parte “dedicada a su hermana Carmen -unos diez capítulos- que, sin pertenecer al Opus Dei, prestó un apoyo incondicional a Josemaría”. También recogen los últimos momentos de su vida “narrados por una persona que vivió directamente con ella, mostrando su humor y rasgos personales a pesar de ser muy pudorosa con sus sentimientos o poca comunicativa de estos”. La escritora también habla de la relación entre ambos “Se querían mucho y llegaban a a entenderse con la mirada. Carmen supeditó su vida al proyecto divino que cumplía su hermano”.

Otro de los puntos reveladores es el periodo en que la familia vivió en Logroño. “Tenemos testimonios de primera mano, muy pocos, que hablan del señorio de la familia ya que, a pesar de tener que cambiar de tierra, supieron adaptarse a las circunstancias en un momento personal y socialmente muy duro”. Durante esos años, adquiere especial relevancia la figura de su padre “de como los clientes de la tienda en la que trabaja deseaban ser atendidos por él”.

Material inédito

Por último, el libro recoge fotografías inéditas pertenecientes al álbum familiar y en las que se pueden ver a las dos hermanas pequeñas de san Josemaría, fallecidas a muy temprana edad.

El acto estuvo presidido por el presidente de Desarrollo y Turismo de la Diputación Provincial de Huesca, José María Morera; el rector de Torreciudad, Javier Mora-Figueroa; Francisco Ponz, ex rector de la Universidad de Navarra y uno de los primeros miembros del Opus Dei, que convivió largas temporadas con Escrivá de Balaguer, y Gloria Toranzo, autora del libro junto a sus otras dos hermanas Esther y Lourdes.

La presentación del nuevo libro se produce dentro de los actos programados por el Patronato de Torreciudad con motivo del centésimo aniversario de la peregrinación de los Escrivá a la antigua ermita de Torreciudad, en agradecimiento a la Virgen por la curación del pequeño Josemaría, cuando siendo niño de dos años cayó gravemente enfermo y su madre, con una oración llena de fe, obtuvo de Ella la gracia de su curación.

Una familia del somontano. Esther, Gloria y Lourdes Toranzo. Ed. Rialp, 2004