Mensaje del Prelado (15 agosto 2017)

Mensaje de Mons. Fernando Ocáriz con ocasión de la festividad de la Asunción de la Virgen María.

Como sabéis, durante estas semanas –al pasar por España, Portugal, Francia, y ahora Alemania, Holanda y Bélgica–, estoy teniendo la ocasión de encontrarme con muchas personas de la Obra, con sus familias, y con cooperadores y amigos. Compartiendo sus alegrías, sus penas y, sobre todo, el deseo de llevar el amor de Cristo a tantas personas, recuerdo aquellas palabras que a san Josemaría le salían tan de dentro del alma, en agradecimiento a Dios: «pienso en la Obra y me quedo abobao».

Seguramente a vosotros os sucederá lo mismo, aunque a veces, por las dificultades o los problemas del día a día, se pueda hacer difícil ver más allá de nuestra labor inmediata. Pido a Santa María, en la fiesta de la Asunción, que nos ayude a levantar siempre la mirada del corazón a Dios a través de lo que tenemos entre manos; a cuidar de la Obra, que para nosotros es el modo principal de cuidar de la Iglesia. El Opus Dei no es un conjunto de edificios e iniciativas. Es mucho más: es una familia, y una familia que no se cierra en sí misma, sino que hace familia a su alrededor, abriéndose a las necesidades materiales y espirituales de todos. En las familias cada uno es importante. Cuidemos, pues, de cada una y cada uno, con nuestra oración, con nuestra cercanía, con nuestra comprensión, con nuestro buen humor.

Solingen, 15 de agosto de 2017