"Para mí don Álvaro es una gran sonrisa y una gran paz"

Me llamo Francien, soy de Holanda y trabajo como empleada de hogar.

Voy a Madrid para agradecer mi vocación al nuevo beato, que en una ocasión que estuvo en Holanda rezó por mi familia -somos trece hermanos-. Estoy más que segura que esas oraciones han contribuido al regalo de mi vocación al Opus Dei.

"Le pido muchas cosas, continuamente, y ahora especialmente por la evangelización en mi país, sobre todo con los jóvenes"

Le pido muchas cosas, continuamente, y ahora especialmente por la evangelización en mi país, sobre todo con los jóvenes. Para mi don Álvaro es una sonrisa y una gran paz. ¿Su mensaje? ¡Que todo es importante! Las cosas grandes y también las pequeñas, pero que lo más importante... ¡son las personas!