Montse Grases, una aliada contra mi leucemia

«​En 2014 me vine a vivir a Bélgica, procedente de México, para estudiar un doctorado. A finales de septiembre de 2016 empecé a sentirme agotado y perdí el apetito». Así comienza el relato de varios favores que atribuyen a la intercesión de Montse Grases.

En 2014 me vine a vivir a Bélgica, procedente de México, para estudiar un doctorado. A finales de septiembre de 2016 empecé a sentirme agotado y perdí el apetito. Pocos días después sufrí una fuerte infección que, después de ser tratada con antibióticos, no cedió.

El 12 de octubre fui internado en el hospital supuestamente a causa de la infección, pero poco después se me diagnosticó una leucemia mieloide aguda tipo cinco, una clase de cáncer considerado de pronóstico desfavorable y que se desarrolla en pocas semanas.

Sabiendo que Montse Grases también había tenido cáncer, inmediatamente empecé a encomendarme a su intercesión para que el Señor me permitiera curarme.

Sabiendo que Montse Grases también había tenido cáncer, inmediatamente empecé a encomendarme a su intercesión para que el Señor me permitiera curarme

Pedí también a mi familia y a nuestros amigos que pidieran a Montse mi recuperación. Pronto se unieron a esta petición rezando la estampa de Montse. Tengo certeza de que cientos de personas, acogiendo mi petición, encomendaron mi curación a la intercesión de Montse Grases.

Actualmente estoy curado y, ya que he seguido todo el tratamiento médico correspondiente a la enfermedad, en mi caso no se pude hablar con certeza de un milagro, en el sentido de una intervención extraordinaria de Dios para la curación. Sin embargo, durante todo el proceso de mi enfermedad se ha notado la intervención providencial del Señor de diversas maneras, lo cual atribuyo a la ayuda de Montse.

Mi madre pudo conseguir una cita para obtener su pasaporte el mismo día que me diagnosticaron la enfermedad. Esto, aunque parece algo menor, en mi país suele tardar varias semanas

Entre otras cosas, mi madre pudo conseguir una cita para obtener su pasaporte el mismo día que me diagnosticaron la enfermedad. Esto, aunque parece algo menor, en mi país suele tardar varias semanas. Gracias a eso, sólo tres días después de que me diagnosticaran la enfermedad, mi madre y mi hermana mayor llegaron a Bélgica para acompañarme.

Después, los médicos indicaron que tendría que someterme a un trasplante de médula. Como tengo seis hermanos varones, los médicos solicitaron que enviaran sus muestras de sangre. Los doctores me aseguraron que mis tres hermanas eran menos favorables como donantes y preferían no hacerles las pruebas. Sin embargo, como mi hermana mayor se encontraba en Bélgica en ese momento, accedieron a hacerle también una muestra. Curiosamente, no siguieron el mismo procedimiento con mis otras dos hermanas, aunque ambas estuvieron en Bélgica poco tiempo después.

Los médicos indicaron que si no llegaban las muestras se retrasaría el trasplante, de manera providencial un amigo de la familia ofreció su ayuda

Hacer llegar desde México las muestras de mis hermanos se convirtió en un proceso burocrático muy desgastante. No podíamos encontrar una solución ágil y, según las autoridades, el trámite para el envío de las muestras, en caso de poderse realizar, tardaría normalmente 45 días laborales. Cuando los médicos indicaron que si no llegaban las muestras se retrasaría el trasplante, de manera providencial un amigo de la familia ofreció su ayuda para facilitar que las muestras se pudieran enviar. Por la intervención de este amigo, en dos días se pudo realizar todo el proceso y las muestras llegaron a tiempo.

Después de realizar los análisis de las muestras de sangre de mis hermanos, resultó que mi hermana mayor fue la única cien por cien compatible como donante: de los 14 factores de compatibilidad, fue compatible en los 14. Esto es muy importante, porque de la compatibilidad depende buena parte del éxito del trasplante.

Mi hermana mayor fue la única cien por cien compatible como donante: de los 14 factores de compatibilidad, fue compatible en los 14

Si ya el hecho de que haya alguien totalmente compatible no es sencillo, hay que añadir que, de entre todos mis hermanos, ella era la que tenía menos dificultades familiares, profesionales y económicas para poder venir a Bélgica durante el periodo necesario para hacer el trasplante. A cualquiera de mis otros hermanos le habría resultado mucho más difícil permanecer en Bélgica durante ese tiempo.

Por último, el trasplante de médula fue exitoso y, según los análisis, el cien por cien de mi nueva médula proviene de mi hermana, sin estar mezclada con mi anterior médula enferma. Por si fuera poco, en los últimos exámenes médicos no aparece ningún rastro de cáncer y mi recuperación física ha sido muy positiva.

En los últimos exámenes médicos no aparece ningún rastro de cáncer y mi recuperación física ha sido muy positiva

Todos en la familia estamos convencidos de que el Señor ha intervenido en muchos detalles del tratamiento y me ha bendecido con una curación a través de la intercesión de Montse.