«Dios ama a cada persona infinitamente»

El prelado del Opus Dei se ha despedido de la capital catalana después de varios encuentros con fieles de la Prelatura. En su mensaje final, les ha animado a transmitir la alegría del Evangelio. Este lunes, por la mañana, ha visitado Terral, una obra corporativa del Opus Dei que impulsa actividades formativas y de inserción social con jóvenes del barrio del Raval. En estos días ha tenido ocasión de conocer materialmente distintas iniciativas educativas y sociales.

Jornadas anteriores del viaje pastoral de Mons. Fernando Ocáriz en Barcelona

13 y 14 de julio15 de julio16 de julio


En Terral, el equipo directivo y las voluntarias le han presentado los valores sobre ecología humana que se están trabajando en las actividades de verano. Un grupo de niñas de 7 a 10 años le han cantado un rap compuesto por ellas, las estudiantes de Educación Secundaria y Bachillerato le han contado su mejora en los estudios y la ilusión de algunas por comenzar sus estudios universitarios. El Prelado se ha interesado por la procedencia de cada una y al final se ha hecho una fotografía con el grupo.

Después, les ha hablado de la necesidad de dar muchas gracias a Dios por el bien que pueden hacer. “Hay muchos motivos, también humanos, para atender a la gente… y desde un punto de vista cristiano, porque a cada una de ellas Dios la ama infinitamente, pues Jesucristo ha dado la vida por cada una. Todas las personas son importantes”. Y ha animado a pedir ayuda a san Josemaría, que en los primeros tiempos de la Obra dedicaba mucho tiempo a los más necesitados.

Mons. Ocáriz con chicas del Terral.


Día 16 de julio

«Dios siempre nos escucha»

Mons. Fernando Ocáriz ha rezado en la cripta de la venerable Montse Grases, en el oratorio de Santa María de Bonaigua, y ante los restos de José María Hernández Garnica, en la iglesia de Santa María de Montalegre. Ha recibido a algunas familias, ha visitado enfermos y, en el encuentro con personas del Opus Dei, ha señalado que “Dios siempre nos escucha”.

En la cripta del oratorio de Santa Maria de Bonaigua, ante los restos de Montse Grases, recientemente declarada venerable por el Papa Francisco, Mons. Fernando Ocáriz ha estado rezando unos minutos antes de saludar a varias amigas de juventud de Montse.

También ha acudido a rezar ante la tumba de José María Hernández Garnica, uno de los tres primeros sacerdotes de la Obra, que reposa en la iglesia de Santa María de Montalegre. El prelado ha saludado a las personas que impulsan la devoción a don José María, a los voluntarios y responsables de la acción social y a algunas familias que le han acompañado.

Cómo superar las dificultades del día a día

En un encuentro con gente del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz ha animado a rezar más: “Hemos de tener el convencimiento —porque es verdad— de que Dios siempre nos escucha y de que nada se pierde”. En este sentido también mencionó unas palabras de san Pablo: “Alegres en la esperanza y constantes en la oración”.

A raíz de una pregunta sobre cómo ayudar al Papa Francisco, el prelado recordó que algo que siempre está al alcance de la mano es rezar. Además —continuó— para los cristianos es una obligación rezar por el Papa, cosa que además él pide expresamente siempre.

Mons. Fernando Ocáriz estuvo un rato con Joaquín, que padece esclerosis múltiple.

En otra de las intervenciones, un profesor expuso las dificultades que encuentra para atender las actividades familiares, profesionales y apostólicas del día a día. Decía que su casa, con varios hijos adolescentes, a veces se parece más a un campo de batalla que a un “hogar luminoso y alegre” (estas eran las palabras que utilizaba san Josemaría para describir el clima que debía reinar en las familias cristianas). Con buen humor, preguntó: “¿Qué hago mal, Padre?”. El prelado le explicó que es fundamental no agobiarse, atender el presente y cuidar el orden.

Un momento del coloquio con Mons. Ocáriz.

Otra constante a lo largo del coloquio fue la preocupación por los demás. Mons. Ocáriz subrayó la necesidad que haya familias que ayuden a otras familias.


Día 15 de julio

«La ayuda de Dios no nos va a faltar»

Mons. Fernando Ocáriz ha acudido a rezar a la Virgen de la Merced. Por la mañana, ha visitado la ampliación de un campus universitario en Sant Cugat del Vallès y un centro de apoyo para jóvenes en el Raval de Barcelona. En los encuentros con fieles de la prelatura les ha animado a rezar más por el Papa y a vivir con esperanza y alegría.

El prelado ha visitado por la mañana el Campus Sant Cugat de la Universitat Internacional de Catalunya: ha bendecido las nuevas instalaciones de la clínica universitaria de odontología y ha mantenido un breve encuentro con profesores y personal de la universidad. Mons. Ocáriz les ha animado a no perder la alegría y el optimismo y a vivir la unidad.

También ha visitado Braval, un centro de apoyo socioeducativo para jóvenes y familias del barrio del Raval de Barcelona. Los responsables y participantes le han explicado los proyectos y actividades que desarrollan entre una gran parte de población inmigrante. El prelado les ha dicho que hay que tener esperanza “porque como decía san Josemaría, de los trabajos que son para Dios nunca se pierde nada”. Ha subrayado que desde el Braval se ayuda a muchas personas, y que el fruto del trabajo que se realiza se apoya en las oraciones que llegan de todo el mundo.

Por la tarde, Mons. Fernando Ocáriz ha ido a rezar a la Virgen de la Merced, la patrona de la ciudad. Ha escrito en el libro de honor unas palabras recordando las peticiones de san Josemaría y pidiendo a la Virgen que “acompañe siempre a todos, especialmente al Romano Pontífice”.

Por la tarde, Mons. Fernando Ocáriz ha ido a rezar a la Virgen de la Merced, la patrona de la ciudad condal.

Volver a empezar

En los encuentros con personas del Opus Dei les ha pedido rezar “un poco más” por el Papa Francisco, “porque tiene que tomar muchas decisiones difíciles y cuenta con vuestra oración”. Ha animado a vivir cada día con ilusión nueva la llamada de Dios, con alegría y confianza en el Señor, también cuando las cosas no salen.

Ha dicho que el período después del Congreso General es una ocasión para volver a empezar, “confiados en que la ayuda de Dios no nos va a faltar”. También ha hablado de la centralidad de Jesucristo en la vida de los cristianos. Y ha animado a ver de un modo especial a Cristo en los enfermos, ver la carne doliente en ellos y hacer con ellos lo que nos gustaría que hicieran con nosotros.

Una de las asistentes ha preguntado cómo decir que sí cada día a lo que Dios nos pone delante. El Prelado ha resaltado la importancia de hacer a diario “un acto de fe en el amor que Dios tiene por nosotros”.

Una farmacéutica recién casada le ha pedido consejo para esta nueva etapa. Mons. Fernando Ocáriz ha recordado que en un matrimonio cristiano el camino al cielo para el esposo es ella, y viceversa. "El matrimonio se tiene que fundamentar en el amor auténtico, que es desear y procurar el bien de la otra persona y esto comporta comprender los defectos del otro".

Mons. Fernando Ocáriz durante la visita a las nuevas instalaciones de la clínica universitaria de odontología de la Universitat Internacional de Catalunya.

Por último, dio unos consejos para querer bien a todas las personas: rezar, ayudar, comprender, disculpar, perdonar y no ser susceptibles. Recalcó que, para conseguirlo, debemos pedir al Señor que nos agrande el corazón porque amar es el deseo profundo de querer el bien del otro.


Días 13 y 14 de julio

El prelado del Opus Dei llega a Barcelona

Mons. Fernando Ocáriz ha visitado los colegios Canigó, Xaloc y Pineda y ha saludado al cardenal de Barcelona. Además de encontrarse con familias y varios enfermos, esta tarde ha mantenido un encuentro con personas del Opus Dei.

Mons. Fernando Ocáriz visitó al arzobispo de Barcelona que recientemente fue creado cardenal por el Papa Francisco. Posteriormente saludó a varias familias y personas enfermas a quienes pidió oraciones para el Papa Francisco.

Por la tarde mantuvo un encuentro con personas del Opus Dei en el colegio Xaloc. Explicó que “en lo humano [san Josemaría] nos dejó en herencia el amor a la libertad y el buen humor”, y recordó sus palabras: “perder el buen humor es cosa grave”. Además, recordó la importancia de la libertad de espíritu, que consiste en vivir los compromisos personales por amor a Jesucristo y no simplemente en la capacidad de elegir entre diferentes opciones.

A raíz de una pregunta de un profesor universitario —ya emérito y que tiene una dura enfermedad—, Mons. Ocáriz pidió a los presentes que rezaran “por todos los enfermos del mundo”. Explicó que ante las dificultades para entender “la lógica de la cruz” sabemos que “en la cruz de Cristo se ha manifestado de modo máximo el amor de Dios por nosotros”.

Hoy @pineda_edu ha vivido una fiesta para acoger al Prelado, que ha ido a conocer la nueva ermita. A pesar del bullicio, don Fernando se ha detenido con cada persona que se le ha acercado y ha tenido palabras de cariño con todos. Ahí estaban las familias, el profesorado y el personal no docente. El colofón ha sido la foto de familia con todo el personal del colegio #familia #teachers
Una publicación compartida de Opus Dei - Oficina Información (@opusdei) el

Finalmente, Mons. Fernando Ocáriz estuvo con familias, profesoras y personal no docente de los centros educativos Avantis y Pineda, ambos de l’Hospitalet del Llobregat. En Pineda rezó en la nueva ermita del colegio, acompañado por los cantos de la coral de las alumnas. El prelado les animó a dar gracias a Dios por el bien que hace el colegio y por “tantas mujeres que han recibido una semilla de vida humana y cristiana que se propaga por todo el mundo como ondas concéntricas”.

Ayer por la tarde visitó el colegio Canigó, donde pudo ver el nuevo oratorio que se ha construido gracias al esfuerzo de familias y antiguas alumnas.