Nuevos tiempos… nuevos retos

Defender un trabajo de investigación con 16 años ante un tribunal de universidad, no es algo muy frecuente. Por lo menos, en nuestro país. Aunque, a partir de ahora, las cosas pueden cambiar. Para las alumnas del bachillerato de excelencia de Senara, ya no reviste ningún misterio… Sin embargo, las palabras temblorosas al inicio y los nervios, estarán presentes seguramente como esta primera vez.

Lucia Berrocal y Laura Cantero son alumnas de Senara , colegio concertado, bilingüe y obra corporativa del Opus Dei . “Hemos elegido cursar el bachillerato de excelencia y acabamos de defender en la Universidad de Navarra el trabajo de investigación ante un tribunal. Nos han dicho lo que hemos hecho bien pero también nos han hecho críticas. Nos ha tocado el tribunal más duro”, explican.

Se trataba de una sesión abierta al público, numeroso, por cierto. A los 80 alumnos de los colegios que participaban les acompañaban sus familias. “Imagínate… ante un tribunal con profesores de la Universidad exponiendo tu trabajo. Al acabar, hemos respondido a las preguntas que el tribunal nos hacía sobre la investigación”, dice Laura.

“La defensa del trabajo ha sido una gran experiencia: buen ambiente con las familias y amistades nuevas'

El carácter altamente sociable de los adolescentes les hace valorar la amistad y para ellas “no todo ha sido estudio. Lo hemos pasado muy bien”, reconocen ambas. “La defensa del trabajo ha sido una gran experiencia: buen ambiente con las familias y amistades nuevas. Te sientes fenomenal al conocer y compartir inquietudes e ilusiones con los chicos y chicas de otros colegios”.

Programa Excellence con la Universidad de Navarra

El Excellence , forma a la persona de modo integral y surge de la colaboración entre algunos colegios y la Universidad de Navarra. Se desarrolla fuera del horario escolar, con actividades obligatorias y opcionales: jornadas, conferencias, seminarios, viajes, trabajo en grupo. Discuten artículos, debaten cuestiones, comentan libros o películas para desarrollar el análisis crítico acerca de su entorno social y cultural y la capacidad de argumentar y exponer; todo con expertos, eminentemente participativo y de acuerdo con la materia curricular oficial.

El broche final del primer año del programa es la defensa pública del trabajo de investigación. Cursar satisfactoriamente el Excellence supone la obtención de un certificado de la Universidad de Navarra, adjunto a su Curriculum Vitae , como elemento diferenciador.

En estos momentos de crisis, el paro se ceba con quien tiene menos estudios y los que pueden vuelven a las aulas. Y aunque la titulación es importante, para las empresas lo es tanto, o más, el gusto por el aprendizaje constante y las habilidades sociales y comunicativas. Por eso, los padres han tenido mucho que ver en esta aventura. “A nuestra hija, se le hacía un mundo por el trabajo añadido que suponía. Pero la animamos para que tuviera un primer contacto con la Universidad, para que conociera cómo se impartía una clase, cómo es un campus universitario… “, explica uno de los padres.

“Ahora podemos decir que la experiencia de este primer año ha merecido la pena, ha sido positiva. Preparar un trabajo de investigación, exponerlo ante un tribunal y defenderlo, a pesar de todo el esfuerzo, compensa. Por otro lado, la participación en actividades de voluntariado la hace más generosa con los demás”, comenta un padre. Y es que la solidaridad es un aspecto fundamental que forma parte del Excellence .

Vislumbrar intereses profesionales

Una vez a la semana, Laura y Lucía ayudan en el estudio a niños y niñas desfavorecidos. “El voluntariado, lo vemos una oportunidad que nos ayuda a prepararnos profesionalmente y con valores”, señalan.

Otro descubrimiento ha sido el trabajo de investigación: “Historias de vida, historias de amor.

Una aproximación a la familia española contemporánea”. En las entrevistas a personas con perfil diferente, no imaginaban que todos coincidieran en lo mismo: “Los recuerdos más bellos de las personas entrevistadas tienen que ver con los valores familiares. Se valora mucho la familia, pero no se le dedica la atención que requiere”, resume Lucía.

“Queremos llegar a ser profesionales competentes y responsables, trabajar, ser felices... Nos gustaría demostrar además, cuando llegue el momento, que la familia no es una obstáculo para llegar a ser buena profesional”

Por parte de Senara, la experiencia también es buena. Creen que les facilita el desarrollo de talentos y habilidades para afrontar los desafíos diarios de la propia vida y en relación a los demás. Lo que está claro es el esfuerzo añadido por parte de las alumnas, profesoras y padres; se siente como una tarea de todos.

Pero, no se trata de ser excepcionales, sino de aprender a vislumbrar intereses profesionales y vocacionales. “No somos chicas extraordinarias”, aseguran Laura y Lucía. “Queremos llegar a ser profesionales competentes y responsables, trabajar, ser felices... Nos gustaría demostrar además, cuando llegue el momento, que la familia no es una obstáculo para  llegar a ser buena profesional.”

J. Manrique